Es el tratamiento quirúrgico conducente a obtener la cantidad de hueso en los maxilares requerido para la colocación de implantes dentales. Para ello se utiliza injertos de hueso de banco ( humano o animal), injertos tomados del mismo paciente ( son los de mayor predictibilidad) y el empleo de técnicas avanzadas como regeneración ósea mediante distracción osteogénica y el uso de factores de crecimiento tomados de varios tejidos del mismo paciente. La elección de qué técnica se debe utilizar depende de cada caso particular.